La 23° edición del concurso de software del Atari Bit Byter User Club (ABBUC) continúa ampliando su repertorio con títulos que combinan tradición, personalidad gráfica y ajustes técnicos poco convencionales. Dos nuevas propuestas se suman a la lista de concursantes, entre ellas un esperado regreso con sello alemán y una versión fiel de un clásico juego de dados.
El primero es «Der Schränker 4 - In Another World», una nueva entrega del desarrollador Janko “Kveldulfur” Grewe, que si bien no continúa la historia directa de sus antecesores, conserva al mismo protagonista: Tibil, un ladrón de cajas fuertes que esta vez se embarca en una travesía con tintes paralelos, junto a su compañera Deana. La palabra Schränker, cabe señalar, es un término coloquial en alemán que alude específicamente a un cerrajero criminal o ladrón profesional de cajas fuertes; sin embargo, suele ser erróneamente traducida como "ebanista", lo cual desvirtúa completamente su sentido dentro del juego.
Fiel al estilo "saltar y correr" de la serie, esta cuarta parte propone recorrer diez niveles recolectando diamantes en medio de peligros constantes. Tibil debe valerse del salto y la precisión para evitar trampas, enemigos y estructuras complejas que ocultan parte del botín. El jugador no está obligado a recoger todos los diamantes, pero sí debe alcanzar un porcentaje mínimo de alrededor del 75 % para desbloquear el siguiente nivel. Los diamantes más difíciles pueden ser omitidos, aunque no en exceso: si se recolectan muy pocos, el progreso queda bloqueado. Esto introduce un componente estratégico a la exploración y obliga a tomar decisiones constantes: arriesgarse por una joya complicada o asegurar el avance.
Desde el punto de vista técnico, «Der Schränker 4» fue desarrollado con una obsesión clara por el color, especialmente en los sprites de los personajes principales. En lugar de utilizar interrupciones de lista de despliegue (DLI) —un método común para variar colores entre zonas de pantalla—, el autor optó por monitorear directamente el valor de VCOUNT (contador vertical de escaneo) y ajustar dinámicamente la paleta en tiempo real. Este enfoque poco ortodoxo le permitió lograr una estética más viva y saturada, especialmente en los sprites de Tibil, que destacan por su aspecto multicolor incluso en movimiento.
Una de las innovaciones más llamativas es la implementación de salida de voz digitalizada. Aunque se trata de una función opcional, Janko asegura que el resultado es bastante comprensible y añade una capa adicional de carisma a la experiencia de juego. En cuanto a compatibilidad, «Der Schränker 4» funciona en cualquier modelo Atari 800XL o XE con al menos 64 KB de RAM, aunque con diferencias en la gestión de niveles: en los equipos con 130XE, los niveles ya cargados se almacenan en memoria, permitiendo reintentos inmediatos sin necesidad de recarga.
La segunda propuesta es «Yachtze Classic», del estadounidense Paul "Mr. Fish" Fisher: una adaptación directa del conocido juego de cinco dados, pensada para computadoras Atari con al menos 64 KB de RAM. Permite partidas de hasta cuatro jugadores humanos utilizando dos joysticks, y está cuidadosamente diseñada para respetar las reglas esenciales del juego original.
Cada jugador dispone de hasta tres lanzamientos por turno, con la opción de seleccionar qué dados volver a tirar. En lugar del sistema tradicional de "retener" dados, aquí se seleccionan de forma activa para su relanzamiento: moviendo el joystick hacia la derecha se seleccionan todos los dados, y hacia la izquierda, ninguno.
Una función destacada es la ventana de opciones, accesible en cualquier momento salvo durante la elección de la categoría de puntuación. Si un jugador desea ingresar su resultado antes de agotar los tres tiros disponibles, puede dejar todos los dados sin seleccionar y presionar el botón de lanzamiento. Este esquema de control permite partidas ágiles e intuitivas, ideales para sesiones casuales o competencias entre amigos.
Con ambas propuestas, el ABBUC 2025 reafirma su espíritu de inclusión entre los desarrolladores veteranos que empujan los límites técnicos del hardware original y aquellos que apuestan por reinterpretaciones cuidadosas de mecánicas clásicas.
