En exclusiva para Atariteca, Marek “Poison” Pesout comparte los entretelones de «Shadows of Dimensions», el reciente juego de Zdeněk “Zdenda” Zubr que logró un lugar en el podio del Silly Venture 2025 Summer Edition.
Aunque su nombre quedó ligado a la música que acompaña la aventura, Pesout revela que la concepción original del proyecto fue muy distinta y que, de hecho, el título iba a llamarse «Shadow Dimension». Sus bocetos iniciales apuntaban a un planteamiento gráfico y narrativo que nunca llegó a materializarse.
Todo comenzó cuando Zubr le propuso una idea basada en trasladar monedas entre dos dimensiones. A ojos de "Poison", aquello carecía de fuerza para convertirse en un juego atractivo; así que sugirió un enfoque distinto: una aventura clásica de tipo point-and-click con desplazamiento del personaje. El planteamiento convenció a "Zdenda", y el propio músico se embarcó en la escritura de una historia que comenzaba en un apartamento común, antes de dar el salto a un universo sombrío. Incluso elaboró los primeros esbozos visuales y un texto de apertura demasiado largo para una sola pantalla, que él imaginaba con un scroll pausado mediante la barra espaciadora. Sin embargo, el acuerdo se fue complicando cuando "Zdenda" confesó que no podía trasladar sus dibujos al Atari 8-bits y borró sus intentos. La búsqueda de un artista gráfico acabó desdibujando la dirección inicial del proyecto.
La discusión técnica tampoco fue menor. Zubr insistía en un archivo ATR de 1 MB que cargara el juego completo en memoria extendida, como había hecho con «Firefighter Tobik 2». Pesout trató de hacerle ver que aquello era inviable: los tiempos de carga serían interminables y no todos los jugadores disponían de una máquina expandida. Su propuesta era un cartucho, que arrancaría de inmediato y solo necesitaba 64 KB para ejecutarse. La falta de experiencia de "Zdenda" con dicho formato alargó el debate; hasta que el veterano František "Fandal" Houra intervino, explicando los mecanismos de bank-switching y convenciendo al programador.
El apartado musical se resolvió con mayor fluidez y terminó siendo el aporte más visible de "Poison". Toda la banda sonora de «Shadows of Dimensions» proviene de su álbum Cyber City (2013), concretamente de los temas 3, 7 y 9, adaptados en forma de loops. El tema principal es su versión del clásico de la película "Dune" (1984), pieza que dota al juego de una atmósfera oscura y enigmática en sintonía con la trama. Tras la presentación en Gdansk, el propio Adam Gilmore elogió públicamente la música, un reconocimiento que Poison guarda con entusiasmo. “Fue increíble leer esas palabras”, confiesa.
La relación creativa, sin embargo, se tensó. "Zdenda" pedía cada vez más texto y definía con rigidez el número y la ubicación de los objetos en cada habitación, lo que a ojos de "Poison" resultaba restrictivo. Finalmente, ambos acordaron que Zubr continuara en solitario y que su aporte quedara limitado a la música. Todo lo demás —los guiones, los bocetos, incluso ideas para una secuela de «OnEscape» o un nuevo juego de «Robbo»— terminaron guardados en un cajón.
Aun así, Pesout conserva materiales inéditos de lo que «Shadows of Dimensions» pudo ser: bocetos digitalizados de habitaciones, personajes y una introducción mucho más elaborada que la vista en el producto final. También guarda con detalle la historia que ideó, protagonizada por Max, un joven que en 2023 despierta de madrugada en su apartamento y ve cómo su hogar entero se eleva hacia el espacio. El relato describe con dramatismo los temblores que sacuden la vivienda, el súbito ascenso por encima de su calle y la impactante visión de la Tierra inmóvil tras la ventana, como si el tiempo se hubiera detenido. Una atmósfera inquietante que apuntaba a un tono más narrativo, casi cinematográfico, que la versión definitiva.
El resultado final de "Zdenda" fue diferente: un juego con cincuenta salas, enemigos singulares y un fuerte componente estratégico, programado en ensamblador con su propio ZDENDASSEMBLER STUDIO 6502. "Poison" reconoce que no fue lo que él imaginó, pero valora el esfuerzo y se siente orgulloso de que su música haya quedado ligada al proyecto. Al mirar atrás, concluye que los desacuerdos fueron inevitables, pero también parte del proceso de crear en un entorno donde cada byte cuenta.
Así, «Shadows of Dimensions» se levanta sobre dos visiones divergentes: la del programador que apostó por la técnica y la del músico que soñaba con una experiencia narrativa más profunda. Entre ambas surgió un título que, aunque distinto a lo concebido en los bocetos originales, mantiene viva la chispa creativa de una escena capaz de transformar límites en desafíos.